14/8/12

Osteoartritis (OA): el enemigo está dentro



Dolor y más dolor. Falta de movilidad… Muchos ya sabéis de lo que hablamos: la OA es la artropatía más frecuente, tanto en humanos como en perros y gatos. En humanos es una de las causas más importantes de pérdida de productividad laboral. Y, según un estudio realizado en Reino Unido, hay aproximadamente un 25% de animales de compañía afectados por esta patología, lo que supone aproximadamente 1.250.000 perros afectados. En gatos, el 90% de edad superior a 10 años, tienen signos radiográficos de OA, si bien su sintomatología clínica es más “silenciosa” que en los perros y a veces puede pasar desapercibida para el dueño, que achaca la falta de movilidad del animal a “los años”.
Seguid leyendo: vuestros peludos amigos os lo agradecerán.
La OA es una patología articular degenerativa en la que se producen:
  • Pérdida progresiva del cartílago articular
  • Formación y desarrollo de osteofitos
  • Aparición de fibrosis periarticular
Todo esto da lugar a la sintomatología clásica de: dolor, inflamación, cojera y pérdida de movilidad articular, que tienden a presentarse en ciclos de remisión y agravamiento del trastorno articular.
Esta alteración se ve agravada por:
  • Envejecimiento natural de los individuos
  • Sobrepeso o mayor peso del habitual dentro de la especie
Así,, dentro de los caninos los geriatras, y especialmente de grandes razas (Mastín, San Bernardo, Dogo alemán), serán los que padezcan de forma más acusada este trastorno, pero esto no quiere decir que no afecte también al cocker, caniche,etc.
Causas
Por otra parte, según la causa que origina la OA esta puede dividirse en :
  • Primaria: (sin causa etiológica conocida)
  • Secundaria: Se conoce la causa que provoca la OA. En perros casi siempre se puede identificar esta causa, y son enfermedades articulares tales como:
    • Displasia de cadera y de codo
    • Enfermedad del ligamento cruzado
    • Traumatismos que producen la aparición de OA
En esta enfermedad influyen también factores genéticos y ambientales: Por ejemplo, perros de la raza Pastor Alemán son mucho más propensos a padecer OA comparándolos con perros de la raza rottweiler que presenten el mismo grado de displasia de cadera.
La obesidad juega un papel importante en la aparición de OA. Los perros obesos tienen mayor incidencia de esta enfermedad comparándolos con perros delgados. La obesidad ejerce un efecto de sobrecarga mecánica en las articulaciones, pero además tiene un efecto indirecto cuyo mecanismo de acción no está aún bien estudiado. Sería el equivalente a lo que ocurre en personas, donde la incidencia de osteoartritis en las falanges de la mano es superior en personas obesas, y esto no es debido a sobrecarga en las articulaciones. Se cree que es por una proteína resultante del metabolismo del tejido adiposo a nivel articular.

MUY IMPORTANTE: La OA no se produce por el ejercicio. Perros sometidos a ejercicios prolongados durante años, no desarrollan OA siempre y cuando no haya patologías articulares. Una articulación sana no desarrolla OA a no ser que se le someta a un nivel de esfuerzo excesivo. Por lo tanto la OA no depende deluso, sino del abuso al que sometamos la articulación.

Síntomas
Esta patología articular es crónica y progresiva, como ya hemos dicho. Afecta a tejidos blandos y estructuras óseas. El cartílago articular que recubre estas estructuras óseas se va degradando lentamente, desapareciendo lentamente y el hueso subcondral (que está debajo del cartílago) se va rompiendo y se desprenden fragmentos, que quedan “libres” en la articulación, los osteofitos.
Todo esto da lugar a un estrechamiento del espacio articular, restricción de la capacidad de movimientos, dolor e inflamación.
Se produce un círculo vicioso: Un esfuerzo normal en una articulación lesionada o un sobreesfuerzo en una articulación sana, van a generar DOLOR. Al haber dolor,hay una pérdida progresiva de movilidad articular, que en el animal se refleja como cojera e intolerancia al ejercicio.
Esta cojera empeora tras el reposo y el ejercicio prolongado. Lo más característico es la rigidez y la dificultad que tiene el animal al incorporarse. En un principio, esta rigidez y cojera pueden desaparecer tras unos minutos de marcha (cojera en frío), pero a medida que avanza la enfermedad, la pérdida progresiva de movilidad articular por la aparición de fibrosis y osteofitos dan lugar a una malformación articular y como resultado, una alteración permanente en la marcha.
El DOLOR que se produce en la OA es continuo, aunque no intenso, por lo que es raro que el animal se queje, a no ser que se manipule la articulación. A veces, solamente observamos cambios de comportamiento debidos al dolor, rechazo a saltar, subir escaleras (por la pérdida de la función articular), aumento de los períodos sedentarios, pérdida de interés, y a veces aumento de la agresividad hacia otros animales
La musculatura de la zona va a estar atrofiada por la falta de uso (esto varía según el grado de cojera y el tiempo transcurrido). La articulación afectada estáengrosada y caliente por la inflamación y hay pérdida del movimiento articular, por lo que la manipulación de la misma es muy dolorosa. (La palpación no)


Diagnóstico y Tratamiento
Generalmente suele ser suficiente conuna o dos radiografías. A veces, para descartar otros procesos hay que recurrir a la punción y análisis del líquido sinovial, artroscopias, TAC, etc.
El tratamiento dependerá entre otras cosas de la causa que ha producido esa OA.Por ejemplo, si es una OA de rodilla secundaria, debida a la rotura del ligamento cruzado craneal, lo primero es un tratamiento quirúrgico. O si los cambios en la articulación son tan marcados que hay que considerar la cirugía como primera opción para “sanear” esa articulación.
El tratamiento farmacológico, es fundamentalmente a base de antiinflamatorios ycondroprotectores.
La OA no tiene curación, lo único que conseguimos con este tratamiento es frenar su progresión. Y además como es una enfermedad dolorosa, a veces es necesario también el uso de analgésicos.
En animales geriátricos, al utilizar los antiinflamatorios, es necesario chequear su hígado y su riñón.
  • Pérdida de peso: Importantísimo a la hora de reducir la sintomatología clínica. En un estudio con perros que padecían osteoartritis de cadera, la pérdida de peso en los obesos quedando en su peso adecuado, permitió suprimir los analgésicos, y mejoraron también los cambios radiográficos relacionados con OA
  • Fisioterapia y rehabilitación: Masajes, aplicación de calor y frío, ejercicios programados y sobre todo el uso de la hidroterapia para incrementar la movilidad y combatir la sintomatología.
  • Ejercicio: Importantísimo. Es necesario para mantener la fisiología articular, pero hay que adaptarlo por debajo del umbral del dolor. Se recomienda ejercicio moderado (paseos con correa) relativamente poco tiempo pero muy frecuentes En las fases de cojera aguda se recomienda un período de reposo absoluto hasta que mejore la cojera.
  • Dietas preparadas: Actualmente existen en el mercado dietas especiales, ricas en ácidos grasos Omega 3, pues estos controlan la síntesis de un enzima que degrada el cartílago articular. También suelen llevar glucosamina, sustancia precursora del cartílago articular, que intenta “regenerarlo”.
  • Cirugía: Algunos casos son refractarios a los tratamientos, y es necesario plantearse la opción quirúrgica, por ejemplo la implantación de prótesis (de cadera, codo y rodilla), la artroplastia de cadera o la artrodesis (de hombro, carpo, tarso y a veces también en codo y rodilla).

 

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