30/9/13

EDUCANDO A NUESTROS OES

NO ES FÁCIL SER PERRO!



Educar a un perro no es esperar que cometa un error, para luego corregirle. Eso crea frustración y miedo en el perro.

Educar es evitar que el perro cometa errores y premiarle mientras se porta bien.

Todos los que tenemos perro lo hemos llevado a casa esperando que sea un compañero de por vida, y que siga nuestros pasos, vayamos dónde vayamos. Un compañero fiel que nos entienda cuando tenemos estrés o cuando estemos tristes  y que se adapte a cualquier situación de nuestra vida diaria.

Lo que muchos no sabemos: ¡Todos tenemos el mejor perro del mundo!

Me pregunto: ¿por qué muchos complican tanto la educación de su perro?

Todos cometemos errores y luego nos damos cuenta que el perro iba por buen camino y ya lo sabía casi todo, antes que nosotros.

Empecemos con la educación del cachorro:

Una perra cría a sus cachorros en un sitio seguro. Pueden moverse libremente, jugar, aprender y solamente tienen que seguir unas reglas claras establecidas por la madre.

Cuando el cachorro viene a nuestra casa, su vida cambia drásticamente. De repente hay cientos de tabúes.

Los huesitos de piel de vaca son para jugar, pero mordisquear los zapatos de diseño (del mismo material) provoca un grito de indignación y un ¡NO! muy fuerte del dueño.

Dudo mucho que un cachorro de pocas semanas de edad sea capaz de entender la diferencia entre un hueso y un zapato de piel.

Mientras estuvo con sus hermanos y con su madre, hacer pis en la habitación donde vivieron estaba bien, a cambio hacer pis en el salón de su nueva casa provoca un castigo desmesurado por parte del dueño.

Jugando en camada, el cachorro aprendió a ‘ganar’ un juguete y llevárselo corriendo. Lo defendió gruñendo a cualquiera de sus hermanos que se acercaba para quitárselo.

Si hace lo mismo con su nuevo dueño, mientras éste se acerca para quitarle el trapo de la cocina que acaba de ‘ganar’, se le acusa de ser agresivo y dominante.

Por supuesto debemos enseñarle a nuestro perro desde el principio nuestras reglas y los limites que vamos a establecer. Un perro debe hacernos caso y respetarnos, debe saber que nosotros tomamos las decisiones.

Pero ¿es necesario castigar al perro por hacer ciertas cosas? ¡No! No es necesario que el cachorro tenga malas experiencias asociadas con nosotros.

Si tenemos un niño pequeño en casa, es evidente que los estantes a su alcance están vacios, que los armarios están cerrados y que no hay nada por el suelo que pueda ser peligroso para el niño.

Si le quitamos al cachorro el calcetín de la ropa sucia por decima vez, y nos enfadamos con él, lo único que aprende este es que, al encontrarse algo fascinante, nos tiene que tener muy vigilado – ya que la única manera que tiene para descubrir cosas nuevas es hacerlo a nuestras espaldas.

¿Quién no conoce al perrito que nos pasa corriendo a toda velocidad, con algo colgando de su boca?
Y al oírnos – ya ligeramente irritados – decir: ‘¿Qué es lo que tienes allí?’, huye y se esconde en un rincón lejano.

¿Y entonces?

Nada más llegar el cachorro a un sitio seguro con su nuevo descubrimiento, vamos nosotros detrás de él, le sacamos por debajo del sofá y le quitamos su ‘tesoro’. Ese momento, para el cachorro, será cómo el fin del mundo.

El había superado su miedo, se había acercado a un objeto amenazador, y se le regaña por su ‘espíritu de conquistador’. Para colmar esto, al huir - por miedo - a un lugar seguro, se le castiga por su comportamiento.

En algún momento, cuando ‘dejamos las cosas claras’ (lo que nosotros consideramos un tono algo serio, para el perro puede ser una amenaza), un perro miedoso empezará a echarse al suelo de manera sumisa (Y pensamos: ‘¡Ah, se siente culpable!’)

y… ¿qué hace el perro que tiene más autoestima?

El, al verse arrinconado con su ‘tesoro’, algún día ya no verá otra opción que defenderse.

Para los perros solo existen tres opciones al sentirse amenazados: huir, atacar o comportamiento de sumisión pasiva.

Pero no es necesario que el perro aprenda de sus errores. Es posible quitar de en medio, todas las cosas que puedan provocar un comportamiento no deseado.

Todos aprendemos mucho mejor y con más alegría si solamente hay experiencias positivas y recompensa.

Entonces, ¿para qué usar el método ‘ensayo / error’ en el aprendizaje?

No hace falta provocar que se equivoque. El perro siempre mostrara su comportamiento típico y previsible. Si le conocemos a él y a su especie, es fácil enseñarle a hacer las cosas bien desde el principio.

Me parece obvio que no es fácil ser un perro, si miramos al mundo a través de los ojos de un cachorro recién llegado a una casa extraña.

Aunque no debe de ser difícil para nosotros establecer unas pautas y reglas fijas que faciliten al perro orientarse en este mundo extraño al que acaba de llegar:


10 REGLAS PARA LA CONVIVENCIA AGRADABLE CON NUESTRO PERRO

CALMA Y COHERENCIA

Nunca pierdas el control sobre ti mismo, intenta que tus acciones y reacciones siempre sean coherentes y de forma decidida. Actúa de manera calma y coherente. No grites y no uses el castigo físico.

Se consecuente en tus reglas. Si se establecen, se deben mantener sin cambios.

IGNORA EL MAL COMPORTAMIENTO Y PREMIA EL BUENO CON ATENCION

‘Ignorar’ significa ningún contacto con el perro, sea físico, verbal o visual.

El perro intenta conseguir nuestra atención con el mal comportamiento, el peor ‘castigo’ para él será, pues, que le ignoremos.

En caso de que el perro haga sus necesidades en casa, es imperativo que lo ignoremos, que él no nos vea prestar ninguna atención a su ‘regalo’.
Limpiaremos el suelo aprovechando que otro miembro de la familia saca el perro a la calle para evitar que éste note algún interés por nuestra parte.

Hablando de cachorros, es muy importante no regañarle al cachorro cuando hace pis en sitios donde no debería hacerlo. Hasta los seis meses le resulta difícil controlar su vejiga. Aprenderá más rápido si le enseñamos alegría y premiamos con comida, cuando lo hace en un sitio adecuado.

Para eso, se le lleva (en brazos) a la calle, nada más despertarse y después de comer y beber, y se le coloca en siempre el mismo sitio. Allí va a hacer pis, ya que después de haber dormido tendrá ganas. Se le premia con un poco de comida y después le damos su paseo.

Así el perro aprende a hacer sus necesidades en el principio del paseo y no asocia el hacer pipi con tener que volver a casa.

Y lo más importante: no estresarse con el tema. Todos lo aprenden.

NO SALUDAR EFUSIVAMENTE AL PERRO AL VOLVER A CASA

Sin no queremos que el perro salte o se nos suba encima, al volver a casa, no podemos saludarle de manera efusiva al entrar por la puerta. Si entramos sin hacerle mucho caso al perro, él aprenderá dos cosas: en la puerta ‘no se saluda’, sino mas tarde, y se saluda de manera tranquila, sin saltar.

NO DESPEDIRSE DEL PERRO AL SALIR DE CASA

Le puede crear estrés, ya que nosotros damos mucha énfasis a la salida de casa.

Si nos vamos sin despedirnos o mostrarnos triste, como si marcharnos solos  fuera la cosa más normal del mundo, el perro no se pondrá ansioso por nuestra ausencia.

Si hay que dejar a un cachorro unas horas solo, durante el día, es mejor no dejarle toda la casa abierta, pero dejarle en una habitación segura, donde no puede destrozar nada en su fase de ‘mordisquearlo todo’.

LA COMIDA

Intentemos hacer la hora de la comida divertida para el perro. Se puede usar el pienso como premios para practicar unos ejercicios o habilidades con él.  

Podemos ‘esconder’ la comida en diferentes habitaciones, y dejar que el perro la busque. Así logramos cansar al perro mentalmente y físicamente.

Y además, se puede llenar un juguete interactivo como el KONG con pienso remojado, para estimular el perro a entretenerse un rato, mordiendo un objeto ‘permitido’.

Para practicar la llamada desde el primer día, recomiendo repetir la palabra elegida cada vez, que le damos al perro su comida en su plato. Así aprende que al escuchar ‘AQUÍ’ tiene que venir corriendo porque vamos a darle algo rico para comer.


LOS JUGUETES

El perro no debería tener todos sus juguetes a su alcance. Los juguetes son nuestros y los ofrecemos al perro durante periodos determinados del día, cuando nosotros iniciamos un juego interactivo con el perro. El juego debe siempre ser iniciado y terminado por nosotros, y debe ser educativo. Los juguetes también se pueden usar como premio en los ejercicios como el ‘ven’ o el ‘busca’. En vez de simplemente tirar la pelota, la podemos esconder y hacer un pequeño juego de rastreo con nuestro amigo.

Los únicos juguetes que son ‘propiedad’ del perro son los interactivos o   masticables (hueso de piel, Kong, etc.)

EL PERRO NECESITA UN TRABAJO
Cada miembro de una manada ‘natural’ tiene, además de un puesto, un trabajo, sin este trabajo se sentiría inútil.

Debemos darle un trabajo a nuestro perro para enseñarle que es un miembro útil y valorado de la familia.

Este ‘trabajo’ puede ser buscar cosas escondidas en la casa, recoger objetos ‘caídos’ al suelo, acompañarnos a la compra, y – por supuesto – acompañarnos en nuestros largos paseos diarios.

Cada perro tiene un ‘trabajo’ preferido, según su tipo y su temperamento.

Una de las ventajas del cachorro es que está biológicamente ‘programado’ para aprender muchas cosas en poco tiempo. Si lo hacemos bien, y le enseñamos con refuerzo positivo y alegría, en secuencias cortas de pocos minutos, educaremos a un perro que nos pide aprender y trabajar.

Depende de nosotros ahora, guiar el cachorro hacia ser un perro educado, contento con su ‘puesto’ en el equipo.


EL ‘SITIO’ DEL PERRO

El perro es un mamífero altamente sociable que necesita vivir en grupo. La evolución le ha hecho así y si le condenamos a una vida solitaria, siempre sufrirá y mostrará comportamientos poco normales para su especie.

A mí personalmente me parece muy importante que el perro durante su infancia pueda dormir en el dormitorio, al lado de la cama de su dueño.

Al separarle de sus hermanos, el cachorro se queda completamente solo por primera vez en su vida. Esto es antinatural, ya que en una vida más natural, el cachorro no se llega a despegar de su camada hasta que cumple unos seis meses de edad.

Por eso es importante que le demos al cachorro la seguridad de no estar sólo, por la noche. Para no causarle trastornos de miedo o ansiedad.

Lo mejor es acostarle en un transportín con una manta, al lado de la cama. Así, cada vez que el cachorro muestra miedo, podemos bajar la mano, sin acariciarle, ni hablarle, pero dándole la seguridad de nuestra presencia.

De esta forma también hay más control sobre el cachorro. No llegará a destrozar nada durante la noche, andando libremente por casa. También se le puede controlar muy bien a la hora de tener que hacer pis o caca, ya que en su cama no lo hará. Nos pedirá levantarnos para llevarle a su sitio, donde – al haberlo hecho allí – le podemos premiar y así establecer un sitio fijo para estas cosas.


CUIDADOS

Cepillado:

Es muy importante practicar el cepillado diario ya mientras los perros sean pequeños.

Cogemos un cepillo muy suave y en la fase tranquila del perro, cuando está cansado y quiere dormir, justo después del juego, le pasamos durante muy poco tiempo el cepillo, hablándole suavemente y dándole premios.

Veterinario:

Recomiendo hacer visitas frecuentes a la clínica veterinaria, sin hacerle nada al cachorro. Solamente entrar en la clínica, saludar al veterinario y darle un premio al perro. Así aprende que ir al veterinario no significa nada negativo y no cogerá miedo al sitio.

Paseos:

Los paseos de un cachorro deben ser cortos y frecuentes, para estimularle a hacer sus necesidades en la calle.

Calculamos aproximadamente 5 minutos de paseo por mes de vida del cachorro, en cada de los 6 o 7 paseos diarios.

A partir de los 8 meses podemos ya alargar los paseos y el perro adulto debe tener unos 5 paseos diarios, dos de ellos de entre 30 minutos y una hora, y tres de ellos un poco más cortos.

Durante los paseos con el cachorro, desde el primer día, tenemos que educarle a no tirar de la correa.
Los perros no tiran de la correa, sino que lo aprenden. Se lo enseñamos nosotros. 
Cuando el cachorro es pequeño, nadie se preocupa por que tire, ya que es pequeño y no tiene mucha fuerza. Pero es ahora que lo aprende, para toda la vida. 

Lo que aprende ya a muy temprana edad es: ‘Para llegar a un sitio, tengo que tirar de la correa. Cada vez que tiro mucho, consigo llegar donde quiero ir.’ Además, nosotros también tenemos mucha tendencia de tirar de la correa, para llevar el perro de un sitio a otro, o para conseguir que deje de oler en un árbol. Desde muy temprano nuestros perros aprenden que la correa es para tirar de ella desde ambos extremos.

Luego, cuando el perro crece y se hace más fuerte, nos damos cuenta del problema que tenemos. 

Le culpamos a él y le castigamos - por algo que nosotros le hemos enseñado. Usamos collares de estrangulamiento o con pinchos para 'quitarle esa manía', o simplemente aguantamos y dejamos que el perro se haga serio daño en las partes sensibles del cuello (tráquea y cervicales) a lo largo de los años.

Durante los primeros paseos del cachorro, es mucho más fácil pararnos cada vez que notemos que la correa se tensa, y solamente seguir adelante cuando la correa está floja.

EL CACHORRO Y EL COCHE

Desde el principio debemos acostumbrar al cachorro a ir en coche, ya que le puede dar miedo o incluso se puede marear.

La manera de viajar más segura y cómoda para el perro es en su transportín. Es un espacio reducido. Evita que el perro se tenga que agarrar en las curvas y es un sitio que él ya conoce.

No recomiendo llevar el perro en coche solamente para llevarle al veterinario, ya que al poco tiempo no se querrá subir.

Es mejor llevarle cada día durante cinco minutos hasta un parque y darle un paseo allí. De esta manera, asociará pronto el coche con actividades agradables.


Tenemos que recordar que nuestro fiel amigo nos va a acompañar durante muchos años. Si desde el principio le educamos bien con la ayuda de algunas sencillas pautas, tanto nosotros como el perro disfrutaremos plenamente de la convivencia perro-humano.




EMOCIONES CANINAS



"Un perro piensa que eres quien tu te crees que eres"


Tanto en el ámbito científico como en el popular podemos oír respuestas contundentemente negativas a este interrogante indicándonos que la capacidad de de raciocino es propia del ser humano, de ningún otro ser vivo, es más que solo nosotros somos capaces de amar, odiar o sentir .siempre un rotundo NO, pero, quien no ha visto la alegría de nuestra gorda saltando y brincando cada vez que ve que cogemos su collar y piensa que va a salir a pasear, o la carita compungida y tristona con las orejas gachas y mostrando el blanco de los ojos al mirar hacia arriba  cuando llega su hora de ese paseo y le decimos un “NO, más tarde”

Pero... ¿son comparables al ser humano?, que opine el lector, recuerde a un niño cuando le das un juguete esperado durante mucho tiempo, o le dices que le vas a llevar al parque de atracciones, su excitación, sus nervios, sus carreras y saltos se difieren muy poco de lo que un perro expresa en sus demostraciones de alegría, o la carita compungida que ponen cuando se llevan una decepción vuelcan los labios hacia abajo, nos miran compungidamente, no se a usted, a mi me resultan dos imágenes muy parecidas, estos casos, nos muestran la alegría y la pena en estado puro esa que solo puede tener un niño, al igual que el perro demuestra sus emociones de una forma clara, rotunda y sin engaños, luego hay una época en la cual en nuestras manifestaciones  nos parecemos y si estas se parecen ¿tendrán sentimientos?.

Los detractores suelen decir que el comportamiento del perro es producto  del instinto, o  bien del condicionamiento, que son el resultado de cualquier emoción demostrada, cierto es que el movimiento de la cola y los ladridos provienen de su instinto, sin embargo, los perros no muestran estos comportamientos instintivos de forma indiscriminada, son ellos los que deciden cuándo y hacia quien dirigirlos. Dicha capacidad implica un grado rudimentario de razonamiento inteligente, inclusive cuando los perros suelen utilizar estas demostraciones para influir e incluso manipular a sus dueños para obtener atención, comida o un paseo.

Cuantas veces no hemos oído la frase “a mi perro solo le falta hablar”, “es mas listo que muchas personas que conozco”, “cuando quiere salir me trae la correa”, cierto es que estos comentarios no son imparciales, están movidos por el vinculo estrecho que nos une a nuestras mascotas, tampoco somos especialistas en comportamiento, ni en emociones, ni tenemos los conocimientos necesarios para realizar estudios objetivos, pero, intente  convencernos de lo contrario, aun así, recorreremos algunas opiniones de otras personas que los poseían.

"Si los hombres tienen más inteligencia que los animales, esto no es una razón para sostener que los animales no la tienen en absoluto; del mismo modo sería erróneo sostener que las perdices no vuelan porque los gavilanes vuelan mejor que ellas". Porfirio (filósofo griego, 232-304 D.C)

"Las distintas emociones y facultades —como el amor, la memoria, la atención, la curiosidad, la imitación, etc.— de las que se jacta el hombre, se encuentran en forma incipiente y a veces bien desarrolladas en los animales inferiores". ( Charles Darwin 1809-1882, teoría de la evolución).

George Romanes, gran amigo de Descartes, escribió “La vida emocional de un perro esta enormemente desarrollada, mas incluso que la de cualquier otro animal” –se olvido incluir al ser humano…las comparaciones serian odiosas-.

Luego, si hacemos caso a estos eminentes científicos, los perros, en un estado inferior al nuestro, tienen inteligencia, emociones, luego son capaces de tener sentimientos y pensar, repasemos algunos de estos conceptos.

Imaginar.- Los perros sueñan, ladran mientras duermen, dan pequeños pasos, gruñen, luego son capaces de imaginar cosas, su cerebro es capaz de recrear hechos ocurridos o no, la imaginación es uno de los primeros componentes pensamiento.

Depresión.- Cuando falta su dueño, nuestro perro puede dejar de comer e incluso de beber, mostrándose apático ante cualquier estimulo exterior, centrándose solo en recordar a ese amo que no esta.

Odio.- Nuestro perro esta en el jardín, por la calle pasa una persona que incordia, incluso pega a nuestro perro a través de la valla, otro día paseando por el parque, de repente se pone histérico, agresivo, con intención de abalanzarse sobre una persona que pasa por ahí, no nos lo explicamos, pero, ella odia a esta persona, y no puede hablarse de condicionamiento, ya que el intento de agresión se produce en un lugar distinto que no tiene nada que ver al que se produciría el supuesto condicionamiento.

Amor.- El propietario de un perro ha fallecido, el esta triste aúlla sin parar, al día siguiente se escapa de casa para aparecer recostado encima de su tumba, sin querer moverse, llorando a la persona ausente, llegando incluso a fallecer por no separarse de su amo

Inteligencia.- Estas jugando con tu perro en el jardín, corriendo para recuperar un juguete que lleva en la boca y así poder tirárselo, tu sales detrás de el, intentas engañarle dándote la vuelta y cual es tu sorpresa cuando el aparece detrás de ti dando brincos, se ha enfrentado a un problema, detecta por el olfato que has invertido la marcha y el hace lo mismo para poner más distancia entre vosotros.

También hay que tener en cuenta que los perros domésticos, poseen menor inteligencia que sus primos salvajes, los lobos, ya que el ser humano, al domesticarles, les ha privado de tener que estimularse para buscar su sustento, nosotros nos ocupamos de proporcionárselo.

Cierto es que poseen estas cualidades, pero, esto no indica que seamos iguales, no, solo indica que en un grado inferior al nuestro, poseen los mismos sentimientos, luego debería hacer que los tratásemos mejor, que los comprendiéramos y les permitiésemos llevar una vida digna, placentera y feliz, disfrutando de su compañía.

"Es un perro muy imprudente.
Nunca le importa si aciertas o te equivocas.
Jamás se molesta en preguntarse si subes o bajas por la escalera de la vida
Nunca inquiere si eres rico o pobre
Tonto o listo
Pecador o santo.
Con suerte o con desgracia, con buena o mala reputación, con honra o con deshonra
Seguirá a tu lado para consolarte, guardarte y dar su vida por ti…"
(Jerome K. Jerome)

El perro es el único ser vivo que tiene un objetivo obsesivo en su vida: entregarse incondicionalmente, y este es el único corazón que puede comprarse con dinero.




http://www.castro-castalia.com/

(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito).

29/9/13

LAS FLORES DE BACH Y NUESTROS PERROS


ESENCIAS FLORALES PARA NUESTROS OES

Los animales son seres vivientes, sensibles, merecedores de respeto y cariño; el hombre debe mitigar su sufrimiento, cuidarlos y protegerlos.

Su vida, más breve que la nuestra, es más intensa y plena.

Poseen facultades intelectuales y emocionales, estando sujetos al mismo aspecto emocional que los hombres: odio, amor, cólera, tristeza, miedo.

Los animales, pueden estar agresivos, celosos, tristes, inquietos, indiferentes, apáticos, orgullosos, independientes, solitarios, posesivos, excesívamente dependientes, dominantes o amedrentados.
Pero, a diferencia de los seres humanos, que amplifican mentalmente sus emociones y las relacionan con su propia historia, los animales las viven en el momento, breve y plenamente.

Hemos de hacernos conscientes que ellos transmutan nuestras emociones.

Al prescribir una esencia a un animal, en el caso de un animal doméstico, hay que considerar el estado anímico- emocional de su propietario y las personas que conviven con él.

Los animales reaccionan según sea éste, ya que dependen mucho de las personas.
Responden a las esencias florales más rápidamente que los seres humanos, sin ningún filtro racionalista.

Tratamiento

En los casos agudos, las terapias florales son muy breves; no duran más de diez días.
Para el diagnóstico del animal, se intenta sondear su estado anímico y observar como se siente.
En algunos casos, el dueño y el perro necesitan las mismas esencias.

Animales tratados en un estado sintomático agudo, recuperaron la salud con sorprendente rapidez.
En el caso de animales que en estados crónicos encuentran cierto alivio con las flores, y los síntomas reaparecen apenas se suprime la administración de las mismas, la administración a de ser de más larga duración.

La reacción de un animal a la floriterapia, generalmente es espectacular y muy rápida en las situaciones crónicas o agudas.

Con los animales, las flores se pueden utilizar también en situaciones de schok, cuando hay lesiones, cirugías, accidentes, extracciones de dientes, trabajo de parto.

La rearmonización energética los vuelve menos sensibles, disminuye su stress y suelen reaccionar más equilibradamente.

Las esencias se vierten en el agua (se debe utilizar agua embotellada, nunca del grifo) o leche destinada al animal.

Si hay varios animales en la casa, y todos toman del mismo recipiente, no existe el menor problema. En algunos casos, incluso, es conveniente.

La floriterapia animal no presenta jamás ningún riesgo; es absolutamente compatible con cualquier medicación actual o futura, alopática u homeopática, constituye ,un eficacísimo aliado del veterinario ya que previamente a la acción terapeutica de éste, tranquiliza al animal y a sus dueños. Incluso, se han dado casos de animales a los que les gusta tomar las flores, y se acercan al dueño a pedir que se las dé.

En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este articulo tiene una función meramente informativa.



Autor: Olga P. Arderius 
Especialista en Terapias Holoenergéticas, Terapeuta Atlasprofilax 


Las siguientes son las prescripciones de Flores de Bach más usuales en los perros:

Clematis o Clemátide

Los perros a veces precisan Clematis cuando deben permanecer dentro del hogar a causa del mal tiempo, cuando esperan que una persona querida vuelva a casa, etc… Si están somnolientos, pero en realidad no dormidos. También es útil luego de una cirugía para ayudarlos a levantarse de la anestesia. Puede ser usado en combinación con Rescue Remedy en el momento en que los cachorros nacen para ayudarlos a levantarse y respirar.

Chicory o Achicoria

Para el perro que sigue al dueño todo el tiempo y siempre está echado a sus pies, contrariándose extremadamente cuando lo dejan solo. Pueden ponerse celosos. Para los perros excesivamente afectuosos que siempre deben estar en la falda del dueño.

Mimulus o Mímulo

Para los perros temerosos de cosas conocidas tales como ruidos fuertes, truenos, aspiradoras, viajes al veterinario, o visitas por chicos pequeños. Si el miedo se transforma en terror puede usarse Rock Rose (Heliantemo) o Rescue Remedy (Remedio de Urgencia).

Aspen o Álamo temblón

Para los perros nerviosos y especialmente temerosos de nuevas circunstancias. A menudo llevan la cola entre las patas y son demasiados sumisos. El Aspen puede ayudar al perro que ha sido duramente disciplinado en el pasado.

Honeysuckle o Madreselva

Para el perro cuya persona más importante ha sido permanentemente alejada de su vida. Puede ser usado en conjunción con Star of Betlehem (Estrella de Belén), especialmente si el ser amado ha muerto.

Water violet o Violeta de agua

Esta flor es de suma utilidad para los perros indiferentes, auto suficientes, inteligentes pero solitarios. Es buena cuando el animal fue socializado relativamente tarde. A menudo puede representar una excelente opción para perros cruzados con lobos o coyotes, o que tienen ancestros cimarrones.

Scleranthus o Esclerantus

Puede ser útil para aliviar descomposturas causadas por viajes en auto, especialmente cuando es combinado con Rescue Remedy.

Holly o Acebo

Para los perros enojados que intentan atacar (o efectivamente lo hacen) sin provocación previa. Es fundamental recordar que cualquier cambio importante en la personalidad debe ser siempre chequeado con el veterinario. Además, Holly puede ser positivo en el tratamiento de comportamientos agresivos a menudo combinados a malos tratos o traumas del pasado. Star of Bethlehem puede ser usada en combinación con Holly obteniendo excelentes resultados.

Chestnut bud o Brote de castaño

Es ideal para un complemento emocional durante el entrenamiento. Suaviza el proceso que realiza el cachorro para distinguir lo correcto de lo incorrecto (por ejemplo, la diferencia entre el hueso y el zapato del dueño). Debe ser usado en combinación con un sistema de enseñanza del animal no-agresivo.

Vervain o Verbena

Para perros altamente nerviosos. Constante e inevitable están saltando y ladrando. Teniendo siempre en cuenta que el grado de entusiasmo va relacionado con las diferentes especies, esta flor puede ayudar a tranquilizar los nervios de su perro cuando son excesivos.

Olive u Olivo

Para el perro que está totalmente exhausto, enfermo o traumatizado. Esta flor puede dar una medida de fuerza y alivio a los animales seriamente enfermos cuando se usa en combinación con Star of Bethlehem.



En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este articulo tiene una función meramente informativa.

( Nota personal - Generalmente las esencias se mezclan como en el Rescue Remedy )


Forma de administrar las gotas en las mascotas

Se le ponen cuatro gotas en la boca cuatro veces al dia,no mas de cuatro gotas,ni menos de cuatro veces,no es la cantidad de gotas sino la cantidad de veces,en una situacion limite/aguda,se le pueden administrar hasta siete/ocho veces al dia,pero solo cuatro, esa es la forma de armonizar a la mascota y unas diez en el agua/y/o leche.

Si algun medico veterinario requiere mas informacion/o alguna formula especial para algun tratamiento estancado/que no responda/o que el animal lo repita como puede ser una "dermatitis alergica"o quiera recomendarsela a los dueños de mascotas ,estoy a su estera disposicion,lo mismo si al-kimia,quiere mas formulas o literatura,mi unico interes es que los dueños de mascotas y veterinarios conozcan las propiedades de las flores de bach,y que las mascotas tengan una mejor calidad de vida, atte g.lezama paz





APRENDER A VIVIR...



Un niño le dice a un adulto con sorpresa,

- ¿Como es que la vida de los animales es mas corta que la nuestra?-.


- Nacemos para aprender como vivir una vida amando sin pedir nada a cambio.


Los animales lo aprender rápido, por eso no es 
necesario que se queden tanto tiempo 

28/9/13

LA JERARQUÍA DEL PERRO




Sabemos que el perro, como animal gregario, necesita un líder. Y si no lo tiene, él mismo se adjudicará ese rol, lo que nos traerá muchos quebraderos de cabeza. Así, es muy importante que el propietario establezca la jerarquía.

El término “líder” últimamente va ligado al castigo y sometimiento del animal (contención activa). Esto se puede ver (o se veía) en un programa de televisión en la que sale el señor César Millán castigando y sometiendo a los perros para demostrarles quién es el que manda. Es más, “se permite el lujo” de modificar conductas agresivas, por poner un ejemplo, conteniendo a los perros (castigándoles y haciéndoles que les suba el estrés, se frustren o pasen miedo) y descartando directamente que la agresividad sea por causas orgánicas como hipotiroidismo, tumores intracraneales o prurito, entre otras, lo que por supuesto veo de Juzgado de Guardia. ¿Dónde demuestra aquí la inteligencia cuantitativamente superior que tiene el Homo sapiens respecto al Canis familiaris?Personalmente, pienso que hay que utilizar esta inteligencia, pero de otro modo.

En este artículo no quiero que los lectores comparen la palabra líder o liderazgo con todas estas aberraciones que acabo de recordar, ya que comprobarán que en ningún momento voy a mencionar que en el establecimiento de la jerarquía se utilice o haya que utilizar el castigo positivo (es el derivado de la presentación de una técnica aversiva o coercitiva) o las contenciones activas. 

Concepto de Jerarquía 



Pozuelos (2009) afirma que: “El concepto de jerarquía implica un escalafón entre los miembros de una manada o grupo. El mando absoluto lo ostenta un macho que normalmente es el que más batallas ha librado y mejores resultados ha obtenido. Lo secunda una hembra, subordinada al macho, pero que ostenta el segundo grado en el escalafón, es decir, en el caso de los lobos, sólo puede ser montada por el Dominante. Después de estos dos “patriarcas” la jerarquía se completa con los machos y hembras subordinados quienes al paso del tiempo, se convertirán a su vez, en dominantes bien por la disputa y victoria sobre el Jefe o por la muerte de éste”. Y añade: “El concepto de jerarquía está íntimamente ligado al de escalafón, tanto en animales como en nuestra especie. Cualquier grupo social se estructura en capas o sustratos más o menos dominantes, desde un ejército bien constituido hasta una empresa y no pensemos que en los partidos políticos o gobiernos de turno, falta esta estructuración jerárquica”.

Para el mantenimiento de esa estructura es imprescindible que haya individuos dominantes y subordinados. Quiero recalcar que la dominancia no es agresividad, ya que el perro doméstico exhibe todo un lenguaje corporal para no llegar a utilizarla.


Figura 1. Dominante y subordinado. 



Concepto de superalfa



El concepto de superalfa va ligado a que nosotros no podemos ser “alfas”, ya que no somos de su misma especie. Si un propietario sólo tiene un perro, éste será el alfa. Si tiene dos, uno de ellos será el alfa y el otro el beta, es decir, su subordinado. Nosotros somos los jefes del miembro alfa canino y para poder conseguirlo hay que establecer una jerarquía.

Un humano convence a un perro de que es su superalfa cuando premia cualquier conducta adecuada; castiga la desobediencia o los comportamiento inadecuados (se aplicará el castigo negativo, que consiste en la retirada de algún estímulo positivo que el animal ya poseía); le suministra el recurso; y mantiene, en lo posible, su éxito reproductor. Realizando lo anterior, al perro no le quedará otra que aceptar su subordinación sin problemas... Pero si el humano se despista lo más mínimo (dejadez en la educación, llegada al hogar de una pareja, la suegra, uno o más hijos) el perro domestico intentará hacer lo posible para subir en el escalafón, ya que como subordinados están en un debate continuo por aumentar de puesto.

¿Cuándo comenzar a establecer jerarquía?
Comenzaremos pronto, sobre todo en los periodos críticos o en el momento en que el perro llegue a casa, por lo que se hace imprescindible un código de conducta.

El perro doméstico empieza sus relaciones de dominancia en el periodo de socialización, y siguen y las afianza en la época juvenil, mediante el juego (juegos de guerra) o en los momentos en que hay alguna competencia. Esto lo hacen tanto a nivel intra como interespecífico.

A partir de esos periodos críticos el perro observará a su dueño, sus debilidades (los perros siempre están aprendiendo) y puede ser que aproveche los momentos en que éste se relaje para medirse.

Ventajas del establecimiento de la jerarquía

Las ventajas fundamentales de una jerarquía bien estructurada son:

  • Aumento de la sociabilidad.
  • Más disposición para el trabajo.
  • Aumento de las ganas de complacer.
  • Equilibrio emocional.
  • Se minimiza el castigo y así como la aplicación de refuerzos negativos.
  • Prevención de futuros problemas de comportamiento como por ejemplo: agresividad competitiva tanto a nivel interespecífico (agresividad por dominancia, territorial o por protección de recurso) y a nivel intraespecífico; sobreactividad; marcaje con orina y heces; búsqueda de atención; monta inadecuada, entre otras.



Formas de establecer la jerarquía
Para establecer jerarquía controlaremos el acceso a los recursos. Algunos autores lo denominan “aprender para ganar” (Campbell, 1973), “nada en la vida es gratuito” (Voith y Borchelt, 1.982) y “protocolo de deferencia” (Overall, 1.997). La deferencia se aplica en el Canis familiaris controlando los recursos por él valorados y las interacciones siempre comienzan y finalizan, cuando el propietario quiere y bajo una orden.

Es muy importante tener en cuenta que como propietarios, tenemos el control de todas las cosas que son buenas y placenteras en esta vida para nuestro amigo, es decir, controlamos todos los recursos a los que tiene acceso (juego, atención, agua, comida, paseos, las entradas y salidas de casa, contacto con otros perros o búsqueda de pareja sexual, entre otros). “Todo lo el perro desea proviene del propietario/a”.

Para establecerla se utilizará el refuerzo positivo (sirve para incorporar una conducta nueva, aumentar una existente o eliminar una conducta inapropiada incompatible) y el castigo negativo. También van muy bien, al menos en mi experiencia, las “milagrosas” palmaditas de contención, que se basan en estimular al animal con el juego y darle unas fuertes palmadas con la mano abierta en ambos costados, a la altura de las costillas, lo suficientemente contundentes como para que el perro note nuestra fuerza. El perro pensará lo siguiente: “Si mi propietario está de buen humor y me da estas 'leches', no quiero ni pensar lo que me puede llegar a hacer el día que se enfade conmigo...”. Estamos realizando toda una exhibición de fuerza en un tono amistoso, que le dará al perro una idea de lo que somos capaces de llegar a hacer, aunque nunca llegaremos a hacerlo.

Para lograr el éxito es conveniente aplicar lo que paso a describir en los siguientes tres puntos.

Jamás permitiremos al perro...



… que tire de la correa. ¿Quién pasea a quién? 
… que nos mordisquee las manos, cara o cualquier parte del cuerpo. Tampoco la ropa o zapatos. 
… que nos ponga las patas encima. Cuando lo haga se le ordenará que se siente y se le premiará con comida, caricias o juego por cumplir la orden. Desaconsejo que se le meta un rodillazo en la quilla ya que aparte de castigar al animal, esta acción le puede producir dolor, subirle el estrés o hacer que sienta miedo hacia nosotros. Es más, si esa acción la hace por dominancia en vez de sumisión (sube a lamernos la comisura de los labios), nos puede morder. 
… menos aún que nos monte. No se utilizará el castigo positivo ya que la monta puede deberse a varias causas: dominancia, juego, frustración, conducta de desplazamiento o falta de socialización con miembros de su especie, entre otras. 
… que marque con orina o heces en casa. Lo corregiremos, mediante orden de bloqueo (palabra “NO”) o respuesta incompatible (sentado, echado, llamada). El simple hecho de ordenar al perro que se siente le inhibe de realizar el comportamiento de marcaje con orina.
… que emita gruñidos de advertencia o le enseñe los dientes al dueño/a o a algún miembro de la familia. Estas situaciones suelen suceder cuando el perro está en posesión de algún recurso como la comida, un juguete o su rincón favorito de la casa, por ejemplo. 





Lo que debemos hacer es...



... que el animal se gane el uso de nuestros recursos “pidiendo las cosas por favor”. El perro debe sentarse, echarse, saludar o lo que se le ordene antes de subir al coche, salir a la calle, comer, etc. Aconsejo para perros que sean dominantes o muy dominantes el ejercicio de echado ya que esta posición es la de mayor manifestación de sometimiento jerárquico de los cánidos (tumbarse sobre el dorso ante la presencia de su dueño). Seguro que acaba haciéndolo, ya que si no lo hace no comerá o no se le entregará el recurso que quiere. 
… que coma después que el dueño. Para la prevención de futuros problemas de agresividad por protección de recuso primario de supervivencia, hay que darle de comer en la mano y meterle la mano en la comida para que vea que el recurso es nuestro (lo hemos cazado nosotros), no suyo.
… no ceder jamás cuando el perro ladra insistentemente desde la perrera o en casa para forzarnos a que sea sacado a pasear o cualquier otra cosa. Si cedemos asumirá que es él quien manda y además se le estará reforzando la conducta del ladrido.
… controlar la posesividad durante el juego con objetos. Es el dueño quien mantiene la posesión del objeto en todo momento. El perro debe traer y luego soltar a la orden. 
… no fomentar las disputas de objetos.
… no prestar atención al perro cuando quiera él, sólo cuando queramos nosotros (caricias, mimos, darle la comida y el agua, sacarlo a la calle, interacción con otros perros...). 
… decidir cuándo empiezan y acaban los juegos bajo el control de una orden, no permitiéndole en ningún momento las demandas de afecto, ya que se le estará reforzando la conducta. 

Situaciones de implicaciones jerárquicas



Las situaciones que demandan control físico son significativas en ese sentido: despertarlo mientras duerme, cepillarlo, cortarle las uñas (intentar no cortarle mucho por si le causa dolor), revisar almohadillas, limpiar oídos, revisión de encías, quitarle un juguete de la boca, entre otros, son ejercicios imprescindibles que se tienen que realizar. Si el perro se deja hacer, hay que premiarlo con la recompensa adecuada (comida, caricias, juego) sin forzar, todo poco a poco y de forma gradual. El perro tiene que aceptar las manipulaciones del propietario sin que pueda haber límites al respecto. 






La forma de acariciar al perro también es importante desde el punto de vista del liderazgo. A un perro sumiso no debemos palmearle la cabeza ya que le someterá un poco o a uno dominante no le debemos acariciar en los alrededores del hocico. Es muy importante que la frecuencia y la cantidad sean “dosificadas” para que no pierdan su efecto como reforzador de conductas.

Otra cuestión de fuertes implicaciones jerárquicas es la clara delimitación de las zonas del hogar por donde el perro se mueve. El perro debe de tener un sitio para descansar pero nunca erigirse “Señor Feudal” del lugar. No aconsejo que el perro suba a nuestro sofá, sillón o cama para evitar que en el futuro nos lo proteja.

Cuando el perro incumpla una orden hay que corregirlo (partiendo de la base de que el perro ya sabe realizar correctamente esa orden) y hacer que la cumpla. Si no lo hacemos así estaremos bajando un peldaño ante el animal. “Repetir una orden es síntoma de debilidad”, por lo que se intercalará la palabra “NO”, luego se volverá a decir la orden (sentado, NO, sentado) y nada de “sentado... sentado... sentado...”.

En definitiva, veo importante para que el vínculo Homo sapiens - Canis familiaris sea estable y duradero (pueden acabar abandonados, en protectoras o sacrificados) se aplique la jerarquía en los periodos críticos del animal o nada más llegue a nuestro hogar para enseñarle un código de conducta. Por otro lado, el perro es un terapeuta nato y eleva nuestra tasa de aptitud, por lo que aconsejo se utilice para reforzar y castigar las buenas y malas conductas, respectivamente, el refuerzo positivo y el castigo negativo.




( Nota del Blog - En la publicación se nombra científicamente al perro como Canis familiaris, actualmente es Lupus canis )


Miguel Ángel Signes Llopis. Experto en problemas de comportamiento, modificación de conducta, Asesor y Terapeuta canino certificado por AEPE en el Curso Máster de Etología Canina Avanzada. Curso de Etología Clínica y Bienestar Animal impartido en la UEX. Técnico en Terapia Asistida con Animales por la Fundación Bocalán. Técnico en terapia asistida con perros por CTAC (www.ctac.cat). Autor de varios artículos científico-técnicos de Etología Clínica Canina y de Terapia Asistida con Animales. Colaborador de Portal de Veterinaria Argos y de la revista Especies.

Bibliografía

Pozuelos, A. (2009) en: “Conceptos de gregarismo, jerarquía y dominancia” (www.aepe.net). Consultado el 16/10/09.